Durante mais de cuatro siglos, São Luís ha desempeñado un papel importante en la historia brasileña. Un viaje que comenzó el 8 de septiembre de 1612. En esa época, una expedición francesa dirigida por el conquistador Daniel de La Touche, Señor de La Ravardière, partió de Cancele, en Bretaña (Francia), con el apoyo de la reina regente María de Médicis. El objetivo era establecer una colonia francesa en los trópicos, la «Francia Ecuatorial», acción que dio origen a la ciudad que, en homenaje al rey de Francia, recibió el nombre de São Luís.

Sin embargo, el destino conspiró de manera diferente y en 1615, São Luís pasó al dominio portugués, poniendo fin al proyecto francés. El Reino de Portugal, sin embargo, tuvo que enfrentar desafíos para consolidar su control sobre esta isla bañada por muchas aguas y mareas con grandes variaciones. En 1641, los neerlandeses, que se levantaban contra los dominios españoles en varias partes del mundo, llegaron a São Luís en un intento de conquistar el reciente Estado Colonial de Maranhão. Fueron ellos quienes realizaron el primer mapa detallado de la ciudad y aumentaron el número de ingenios azucareros en la región, expandiendo y mejorando la producción. Sin embargo, en 1644, después de una violenta batalla, los neerlandeses fueron expulsados de São Luís, dando inicio a un proceso de fomento de su colonización.

Este esfuerzo de la corona portuguesa tuvo como punto de partida la región del Centro Histórico de São Luís, que fue testigo del esfuerzo de los colonizadores por construir una ciudad grandiosa y próspera mediante el trabajo esclavo africano. Al mismo tiempo, es importante destacar que aquí, franceses, neerlandeses y portugueses encontraron a los primeros habitantes de esta tierra: los indios tupinambás, cuya cultura aún se refleja en la identidad de la ciudad.

En los siglos siguientes, la ciudad recibió, como parte del proceso de colonización europea, a personas africanas que estaban siendo esclavizadas por los portugueses. Así, a lo largo de los siglos, la ciudad se desarrolló como un punto de convergencia de influencias culturales francesas, neerlandesas, portuguesas, africanas e indígenas, que hoy se mezclan armoniosamente, convirtiendo a São Luís en un tesoro por descubrir para sus visitantes.

En 1997, la ciudad fue reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Y en 2019 recibió el título de Capital Brasileña de la Cultura y en 2023 de Capital Nacional del Reggae. Hoy, São Luís do Maranhão es una ciudad vibrante que mantiene vivas las tradiciones del pasado mientras abraza la modernidad. Con una infraestructura turística de calidad, la capital maranhense atrae a visitantes en busca de una experiencia única que combina historia, cultura, gastronomía y bellezas naturales.

Foto: Biné